Las galletas decoradas esconden con gran modestia un bocado y una presentación que engrandece cualquier fiesta temática. La llegada del otoño junto con el proyecto Una galleta un cuento, sabe a canela y jengibre, especialmente cuando la belleza de unos cisnes es la protagonista indiscutible en una celebración donde la mujer muestra una vez más que su esfuerzo, valentía y carisma son cualidades nada desdeñables para salvar lo que realmente ama.
Por fin ha llegado el día en el que me uno, oficialmente, al fantástico proyecto Una galleta un cuento de Patricia @pattyscakebakery. Ahora que están tan de moda los cumples, bodas, bautizos, … en los que toda la celebración gira alrededor de una misma temática, me cautivó su propuesta de poder unificar bajo un macro post diferentes ideas de cómo organizar y preparar una fiesta temática. Para ello cuenta con colaboradores de excepción en diferentes campos (gastronomía, decoración, belleza, manualidades, …) que sin duda consiguen que ese gran día sea todo un éxito, pues la originalidad y creatividad está más que garantizadas. Y, ¿en qué consiste? Pues es muy fácil, cada mes la ganadora del mes anterior debe elegir un cuento (siempre que no haya sido elegido anteriormente) que sirve de inspiración para presentar ideas novedosas con las que preparar esa gran celebración. Así que para este mes la anfitriona que es, ni más ni menos, que Vivi, del blog Hoy Cocina Vivi, ha elegido el cuento Los Cisnes Salvajes de Hans Christian Andersen. En él se cuenta la hazaña de una princesa que consiguió liberar a sus 11 hermanos del hechizo lanzado por su madrastra; una bruja que, cuando descubrió la existencia de 11 de los 12 hijos de su esposo, ofendida por ello, les lanzó un conjuro, transformándolos en cisnes. Los príncipes sólo podían recuperar su forma humana durante un breve período de tiempo cada noche. Pero la madrastra no sabía que su esposo tenía una hija escondida, quién después de descubrir que haciendo voto de silencio todo el tiempo que tardara en tejer 11 camisas de ortigas, podría salvar a sus hermanos. La princesa no dudó en emprender su tarea, pese al dolor que ello suponía.
La constancia, esfuerzo, sacrificio y la lucha que la princesa mostró por sus hermanos es lo que realmente me ha cautivado, por lo que todas esas muestras de cariño se traducen en estas galletas cuya belleza son el símbolo del amor incondicional.
Galletas de canela
Ingredientes para unas 10–15 galletas dependiendo del tamaño.
- 50 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 50 gr. de aceite de oliva suave
- 100 gr. de azúcar integral
- 250 gr. de harina (yo uso de espelta integral)
- 10-20 gr. de harina para espolvorear
- 1 huevo M
- 1 cucharada de canela
- 1 cucharadita de jengibre en polvo (opcional)
- 1 pizca de sal
Utensilios
- 1 bandeja plana de horno
- 1 tapete de silicona (yo uso el microperforado de Silikomart que puedes adquirir en María Lunarillos)
- 1 tamiz
- 1 Kitchen Aid (accesorio: pala) o batidora eléctrica de varillas
- 1 espátula de silicona
- Film plástico
- 1 Robot de cocina o Thermomix
- Cortadores para galletas
- Rodillo (yo eso el Joseph Joseph)
- 2 hojas de papel de horno
Procedimiento
- Primero que nada moler el azúcar integral en la Thermomix o robot de cocina para hacerlo polvo y así se pueda integrar mejor con el resto de ingredientes. Podemos usar también azúcar glas.
- Tamizar juntos todos los ingredientes secos (harina, sal, canela y jengibre) y reservamos.
- Cremar la mantequilla a velocidad media con la Kitchen Aid (con la pala) o con varillas eléctricas.
- Incorporar el aceite y el azúcar y mezclamos bien a velocidad media–alta hasta obtener una crema pomada y sedosa.
- Incorporar el huevo.
- Bajar la velocidad y añadir los ingredientes secos que habíamos reservado hasta obtener una bola alrededor de la pala de Kitchen Aid.
- Espolvorear la superficie de amasado con los 10-20 gr. de harina y amasamos hasta que nos quede una masa lisa y homogénea.
- Formar una bola y tapar con film transparente.
- Dejar reposar la masa a temperatura ambiente durante 15 minutos.
- Estirar la masa, pero para ello dividimos la masa en dos partes. Sobre la superficie de amasado disponer una hoja de papel de horno, sobre él poner la masa y encima otro papel de horno. Pasar el rodillo hasta obtener una masa de un grosor de unos 4 ó 6 mm. Pasar la masa con el papel de horno por debajo sobre una bandeja de horneado y llevarla al frigorífico durante 1 ó 2 horas.
- Pasado ese tiempo, cortar las galletas con el cortador elegido. En este caso de corazón para el cisne y redondo para su plataforma. El tamaño depende de lo que queramos conseguir con las galletas. Cuanto más grandes más fácil es la decoración.
- Poner la galleta cortada sobre una bandeja de horno sobre la que habremos dispuesto un tapete tipo Silpat (microperforado). Este tapete permite que el calor pase mejor y no se abomben las galletas por la superficie.
- Volvemos a meter la bandeja en el frigorífico unos 15 minutos.
- Hornear las galletas a 180ºC calor arriba y abajo, hasta que veamos que los bordes comienzan a dorarse. El tiempo depende del tamaño. Las galletas grandes tardan unos 10–15 minutos. Las pequeñas 5 minutos.
Tips
- Los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
- Al usar azúcar integral, moreno, panela, etc. yo lo pulverizo con un robot de cocina (Thermomix) pero vale cualquier robot. De esta forma es más fácil integrar bien el azúcar y que quede una textura más fina. Podemos usar azúcar glas.
- No batir en exceso los ingredientes para no aportar demasiado aire a la masa, con el fin de evitar al máximo que nos salgan burbujas de aire en la superficie de nuestras galletas durante el horneado.
- Estirar la masa entre dos hojas de papel de horno nos garantiza unas galletas con una superficie más lisa.
- Enfriar la masa también nos permitirá obtener una superficie más lisa, así como también evitará que se nos pegue y mantenga la forma del corte durante el horneado. Cuánto más tiempo pase en el frigorífico mejor que mejor.
- Durante el horneado y cuando las galletas dejen de brillar pasar una paleta alisadora sobre la superficie de la galleta; de este modo nos quedará una galleta plana y perfecta para su posterior decoración con glasa.
- Hornear las galletas según su tamaño.
- Dejar enfriar completamente la galleta antes de pasar a su manipulación, ya que mientras está caliente es mucho más frágil.
- Debemos dejar reposar 48 horas antes de pasar a su decoración.
Guardar las galletas dentro de una caja de metal.
Equivalencias:
- Una cucharada equivale a la cuchara medidora de 10 gr. o ml.
- Una cucharadita equivale a la cuchara medidora de 5 gr. o ml.
Decoración con glasa
La receta de glasa que os voy a poner es de Verónica de Con azúcar y algodón. Después de hacer un curso con ella, ya no he utilizado ninguna otra, porque con esa receta se consigue un brillo perfecto y duradero, además de un sabor excepcional.
Ingredientes (para unas 20-40 galletas según su tamaño)
- 250 gr. Icing Sugar
- 3 tsp. de Meringue Powder (yo uso Wilton)
- 33-35 ml de agua.
- 1 tsp. Sirope de Maíz Karo (opcional)
Equivalencias
- TSP. Tea spoon. Cucharita de te, café
- TBS. Table spoon. Cucharada sopera.
Utensilios
- Kitchen Aid o batidora de varillas
- Espátula de silicona
- Recipiente hermético
- Film plástico
- Mangas pasteleras
- Adaptadores para boquillas pequeño
- Boquillas pequeñas número 1, 1⁄5, 2, ST50 (uso las de PME)
- Punzón para glasa
- Pinceles para pastelería
Procedimiento:
- Poner en el bol de la Kitchen Aid o batidora con el accesorio de la pala el azúcar glas tamizado y el Meringue Powder y lo batimos a velocidad baja para que se mezclen los dos ingredientes.
- Sin parar la máquina agregar el agua y el sirope de maíz. El sirope de maíz da brillo y mayor elasticidad a la glasa.
- Continuar batiendo durante 7–8 minutos.
- Poner en un recipiente hermético, cubrir la glasa con film transparente a piel, tapar y guardar en la nevera. Se conserva durante 15 días en perfectas condiciones.
- Si no usamos la glasa en el mismo momento de hacerla debemos volver a batirla antes de su uso.
Consistencias.
He usado 2 consistencias:
Glasa madre: es la glasa resultante de la receta. Es perfecta para los detalles con mucho volumen y es la consistencia perfecta para su conservación.
Glasa de inundado: es la glasa a la que le añadimos agua hasta obtener una consistencia de 20–35 segundos. Con esta glasa cubriremos la superficie de la galleta sin necesidad de delineado. Para saber que es la consistencia adecuada iremos probando hasta comprobar cómo al pasar un tenedor las marcas de éste desaparecen en unos 20–35 segundos.
Color
- Colorantes en pasta (eucalipto y dark brown de Sugarflair)
- Colorantes en polvo (oro Home Chef y rosa Decora)
- Rotulador de tinta comestible de color negro
El color lo añadimos siempre después de obtener la consistencia adecuada, pero volveremos a comprobar que está en la misma consistencia antes de trabajar con ella. Si vemos que se ha modificado rectificaremos con un poco de agua.
Los colores utilizados son dos: el blanco obtenido con la receta y el color eucalipto y dark brown de Sugarflair. Me gustan los colores más pastelones y un poco envejecidos por lo que al color elegido, en este caso el eucalipto le he añadido un poco de dark brown para hacerlo un poco más vintage.
Decoración
Una vez tenemos la glasa distribuiremos los diferentes colores y consistencias en mangas pasteleras armadas con adaptadores pequeños y boquillas entre los números 1 y el 2. Para inundar uso la boquilla 1⁄5 ó 2 y para los detalles (lazos, corona de pétalos, jersey) y la técnica Brush Embroidery la boquilla número 1 y la de pétalos pequeña número ST50 de PME.
Antes de decorar la galleta deberemos elegir el dibujo que calcaremos sobre papel de horno con un lápiz, por las dos caras. Después dispondremos nuestra plantilla sobre la galleta y volveremos a calcar el dibujo, ahora, sobre la galleta.
Con ello ya podemos pasar a decorar la gallera con glasa. Con la glasa de inundado iremos cubriendo la galleta y secaremos al aire o, para ir más rápidos y obtener mejores resultados, en un deshidratador a 40–50ºC o en el horno a 50ºC siempre si nuestro horno tiene ventilador. Con esta técnica podemos ir decorando la galleta y hacerla entera en una mismo día. De no ser así deberemos esperar de un día para otro a que se seque bien la glasa de inundado. Una vez toda el dibujo del cisne lo hemos cubierto con glasa de inundado. Yo lo he hecho en dos partes. El cuello y parte del cuerpo hasta donde acaba el jersey. Después lo he dejado secar y después he cubierto la parte del cuerpo y ala que quedaba.
Una vez seca le he hecho el jersey con la glasa madre de color eucalipto vintage, la corona y los lazos. Con la glasa madre blanca he hecho las plumas del cisne usando la técnica Brush Embroidery, que consiste en delinear dándole forma a las plumas y con un pincel plano (Wilton) ir estirando la glasa obteniendo así ese aspecto, en este caso de pluma en relieve de los cisnes.
Finalmente he pintado con colorante en polvo oro (Home Chef) el pico mezclando con un poco de alcohol comestible (Beefeater). Con un rotulador de tinta comestible negro he pintado los ojos y la base del pico. Y con colorante en polvo rosa claro la mejilla.
Para la base sobre la que se aguantan los cisnes simplemente he cubierto con glasa de inundado de color blanco y color eucalipto dos galletas redondas.
El objeto elegido para este cuento es la pluma. Así que, aunque plumaje ya tienen los propios cisnes he añadido sobre la base donde se aguanta el cisne de pie unas plumas hechas con pasta de flores de color blanco. Una vez secas le he dado un poco de color en las puntas con el colorante en polvo oro.
Sólo me queda haceros dos sugerencias. La primera que os paséis por aquí y disfrutéis viendo todas las propuestas, inspiradas en Los Cisnes Salvajes, que con tanta dedicación y cariño se han elaborado para que nuestra fiesta sea un éxito rotundo. Y la segunda que no dejéis de probar estas galletas que además de que son mucho más sanas que cualquier galleta decorada, por la escasa cantidad de mantequilla que llevan están riquísimas.
Si lo hacéis no dudéis en contarme la experiencia, sobre todo si os habéis encontrado problemas.