En la Comunidad Valenciana no hay dulce más típico que la Mona de Pascua y no hay casa en la que no se haga este tradicional panecillo dulce que, como marca la tradición, se come para merendar el Domingo de Resurrección y el Lunes de Pascua.
Aunque recetas hay tantas como familias, pues cada una tiene sus trucos y gustos, hay algo que es igual en todas, el sabor y textura que la convierte en mona y no en un panquemado. Ni que decir, que la “Mona de Pascua” durante estas fechas se convierte en la reina de todas las panaderías, de mil y una formas y decoraciones (cocodrilo, patito, conejito, con huevo duro, con relleno, con pasas y nueces, …) pero con un mismo resultado: una deliciosa merienda que sabe a Pascua.
La receta que he seguido es la que siempre se ha hecho en mi familia materna, mi abuela siempre nos hacía la mona que yo y mis hermanas nos comíamos en Pascua y la recuerdo exquisita, como todo lo que elaboraba. Cuando ella ya se hizo demasiado mayor para hacer a sus nietos y biznietos este dulce tradicional empezó mi madre a hacerlas, aunque en realidad siempre fue una labor de dos. Madre e hija tenían su rol asignado, pues siempre era mi madre la que “pastaba” la mona cuando las hacían, porque tenía las manos muy calientes y eso le va muy bien a la “pasta de la mona”. Ahora siguiendo sus trucos y receta soy yo la que ha cogido el relevo familiar y mis hijas y sobrinos comen la Mona de Pascua que con tanto orgullo he heredado. Si bien es cierto que he hecho algunos cambios que, a mi parecer, incrementan el sabor y le confieren ese típico olor y sabor a la tradicional “Mona de Pascua”. Sin más preámbulos vamos con la receta que espero que la probéis, porque realmente sabe a la Pascua Valenciana.
La receta que os voy a poner es sin relleno, pues a mi parecer están mucho más ricas, pero se le puede poner lo que queráis: crema de chocolate, confitura de calabaza, confitura de boniato, crema de mazapán, …
- Dificultad: Fácil
- Duración: 8-12 horas (dependiendo del levado) + 15-20 minutos de horno
- Salen unas 5 monas pequeñas y 1 grande (depende en gran medida del tamaño que hagamos de monas y esto va en función del tamaño de obleas que usemos)
Ingredientes para la masa.
La Mida del Perolet.
Tradicionalmente la receta de la mona se da en volumen, es decir, según la cantidad en volumen de huevos utilizados, se miden el resto de ingredientes, es lo que, aquí en mi tierra, se llama “La mida del Perolet”. De manera que detallo los ingredientes y teniendo en cuenta la premisa anterior elaboraremos la masa de las monas.
- Huevos
- Azúcar
- Aceite de oliva suave
- Zumo de naranja (tradicionalmente se usa agua mineral tibia)
- Anís para pastas (aigua ardent)
- Harina de fuerza
- Levadura fresca o levadura seca de panadero 1
- Pasta de vainilla o semillas de una vaina de vainilla (opcional)
- Ralladura de una naranja
- Ralladura de un limón
Como ya he comentado para saber las cantidades dependemos del volúmen que ocupen los huevos. Si los huevos ocupan 1⁄2 vaso deberemos poner la misma cantidad de azúcar, aceite y agua o zumo de naranja. En este caso 1⁄2 vaso de azúcar, 1⁄2 vaso de aceite y 1⁄2 vaso de agua mineral o zumo de naranja más anís. El anís (en menor cantidad que de zumo o agua) lo mezclaremos con el agua mineral o el zumo de naranja hasta llegar a la misma cantidad que tenemos de huevos. Lo que yo hago es poner en el vaso el zumo de naranja y faltando uno o dos dedos para llegar al tope de volúmen necesario añado lo que falta de anís. La harina que usaremos es la que admita. Y sí, lo sé, eso es lo más pegiguero de todo, pues ¿qué significa la harina que admita? Pues en este caso tenemos que tener en cuenta que, como ya os he comentado para 2 huevos M no deberemos excedernos de los 500 gr de harina. Debemos tener en cuenta que la masa debe quedar blandita, que no sea fácil de despegar de las manos. La masa de mona debe trabajarse con las manos untadas de aceite, porque se pega bastante. Hacer las monas es una tarea lenta porque la masa necesita dos levados, pero mientras tanto nosotr@s podemos hacer otras cosas, que la masa es muy lista y sabe lo que tiene que hacer y lo hace solita, sin necesidad que estemos pendientes, lo único es controlar los tiempos para no excedernos y que la masa se pase de levado.
Ingredientes para decorar las monas
- 1 huevo batido.
- Azúcar.
- Canela.
- Non-pareils y sprinkles de colores.
- Pasas.
- Nueces.
- Obleas.
- Fruta escarchada (aunque esta opción, al menos, en mi casa no gusta nada).
- Huevos duros (si queremos hacer la mona tradicional, pero no es necesario, pues al final el huevo duro no se come, pero se usa para estamparlo contra la frente de tu amig@ con “Ací me pica, ací me cou i ací te trenque l’ou”).
Procedimiento
En un bol ponemos los huevos, el azúcar, el aceite y con unas varillas o a mano (así es como se hacía tradicionalmente) removemos bien para integrar todos los ingredientes.
Añadimos la ralladura de naranja y limón, el zumo o el agua (según lo que hayamos decidido) junto con el anís de pastas y volvemos a mezclar bien.
Incorporamos la levadura seca. Removemos bien para que se disuelva bien la levadura en la mezcla.
Si usamos levaura fresca la deshacemos previamente con el agua mineral tibia o con el zumo de naranja
Añadimos la pasta de vainilla o las semillas de una vaina y removemos bien. Este paso es totalmente opcional. A mí me gusta porque la vainilla intensifica el sabor de los demás ingredientes.
A continuación vamos incorporando, poco a poco, la harina y la vamos mezclando con el resto de los ingredientes. Al principio podemos hacerlo con las varillas, aunque a mi me gusta incorporar la harina con las manos desde el principio, pues llega un momento que con las varillas se hace imposible, así que manos a la masa y con movimientos envolventes y firmes vamos incorporando la harina a la masa. Lo de hacerlo con las manos es por la sencilla razón de que vamos viendo y comprobando en todo momento cuel es el estado de la masa, es ella la que nos va indicando cuánta harina necesita. La masa debe quedar tierna y suave pero firme. Excedernos de harina lo único que hará es que nos queden unas monas que si bien son comestibles son muy, pero que muy densas. La masa no debe despegarse fácilmente de las manos.
Una vez la tenemos bien amasada formamos una bola. Debemos para ello untarnos las manos con un poco de aceite para poderlo hacer sin que se nos pegue la masa. Una vez hecha la dejamos reposar tapada con un trapo limpio para que haga su primer levado; es decir la dejamos para que duplique su volumen. La masa estará lista cuando al tocarla con un dedo la marca dejada por el dedo desaparece lentamente. El tiempo de levado depende de la temperatura de la habitación. Cuanto más cálida sea la habitación más rápido es el levado. Podemos hacer la masa la noche antes por lo que el primer levado lo haremos con la masa tapada con film plástico en la nevera, así no coge los aromas de los alimentos guardados en ella. Si a la mañana siguiente vemos que no ha acabado de hacerse el levado la sacamos y la dejamos a temperatura ambiente hasta que la masa haya acabado de hacer el levado, comprobándolo con el truco del dedo.
Una vez la masa ha hecho su primer levado está lista para hacer las monas. Preparamos las obleas del tamaño que queramos hacer la monas
Nos untamos las manos de aceite y trabajamos la masa para desagasificarla sobre una superficie limpia y ligeramente engrasada y dándole la forma que queramos (redonda, en forma de animalitos: conejito, cocodrilo, ….) la ponemos sobre la oblea.
Si queremos rellenarlas de pasas trabajamos sobre la oblea una parte de masa aplanándola un poco con la palma de las manos, ponemos encima pasas y cubrimos con un poco más de masa.
Vamos poniendo las monas sobre bandejas de horno lo suficientemente separadas para que al hacer el segundo levado no se toquen y se peguen.
Cuando hemos acabado con toda la masa volvemos a tapar las monas con trapos limpios y las dejamos reposar para que haga su segundo levado.
Una vez hayan duplicado su tamaño precalentamos el horno a 180ºC calor arriba y abajo.
Las monas están lista para decorarlas, así que pincelamos la superficie de las monas con huevo batido, con cuidado, pues si apretamos mucho quitamos el gas que se ha generado en el levado. A esta técnica se le llama “carar las monas”.
A continuación las decoraremos con lo que más nos guste: con nueces y azúcar mezclado con canela, con sprinkles y non-pareils de colores, con huevo duro en el centro, con fruta escarchada…
A mi me gusta poner las nueces en las que hemos rellenado con pasas, pero podemos hacerlo con todas.
Y finalmente las horneamos durante 15-20 minutos. Vamos observando que no se nos doren demasiado por lo que el tiempo es orientativo, depende de cada horno.
Espero que os animéis a hacerlas porque están deliciosas y son un desayuno y/o una merienda muy sana. Os dejo fotos para que os inspiréis y podáis hacer vuestra versión de monas de Pascua valencianas.
Este también es un dulce con el que podéis compartir momentos increíbles con vuestros hij@s, niet@s, sobrin@s, ….
Este año así lo he hecho, mis tres hijas y mis dos sobrinos se han hecho ellos sus propias monas, se lo pasaron estupendamente y encima las han hecho a su gusto, con la forma que ellos han querido y decoradas a su estilo y si no para muestra… una mona!!!
- Tradicionalmente la cantidad de levadura se ponía a ojo, pues de tanto hacer esta masa ya se sabía más o menos cuánta harina hacía falta según la cantidad de huevos usados. Esto es algo que siempre me ha traído de cabeza, pues hacer las cosas a ojo o simplemente por la cantidad que admita la masa no es algo preciso, que es lo que realmente quiere la buena repostería. Pero es esta la receta que mi abuela hacía y la que ahora hace mi madre, así que de momento esto es lo que os puedo adelantar. Lo que sí que os puedo decir es que para dos huevos de talla M la cantidad de harina a usar debería ser de 500 gr., por lo que la cantidad de levadura sería de 25-30 gr. (fresca), 1 sobre (7gr. seca). ↩