Quién no conoce las típicas rosquillas americanas que la marca Donuts ha hecho tan famosas?
Aunque nunca se me había pasado por la mente hacerlas, el reto de @cocinandosabores en Instagram, ha hecho que despierte en mí el interés por este dulce que tan presente está en nuestras vidas de forma industrial. Así que el reto de conseguir hacerlos caseros me ha lanzado a la búsqueda de una receta que se acople bastante bien a mi forma de elaborar la repostería. Me ha resultado difícil encontrar una receta en la que la masa se hornee en vez de freírse, pero al final he dado con una y el resultado me ha encantado, aunque creo que poco a poco iré mejorándola y adaptándola mejor a mis gustos. De momento os paso la receta que he hecho a ver qué os parece.
La masa
- Dificultad; Media
- Duración: Dependiendo del levado puede oscilar entre 4 y 8 horas.
- Salen unas dos docenas aproximadamente, dependiendo del tamaño de las rosquillas.
Ingredientes:
- 25 ml de aceite de oliva suave
- 350 ml de leche
- 150 gr. de azúcar integral de caña ecológico (yo uso marca Native)
- 2 huevos
- 625 gr. de harina de fuerza. (yo he usado harina de espelta)
- 1 cucharada (15 gr.) de Maizena
- 2 vainas de vainilla
- 2 cucharaditas (10 gr.) de canela en polvo
- 2 cucharaditas (10 gr.) de vainilla en pasta (uso marca Sosa Ingredients)
- 2 sobres de levadura seca de panadero (puedes usar 50 gr. de levadura fresca)
- 1 pizca de sal
*Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
Utensilios
- Molde para rosquillas (yo uso el molde de la marca Wilton)
- Amasadora (Kitchen Aid)
- Procesadora de alimentos o batidora (uso Thermomix)
- Bol para el primer levado
- Paños de cocina
- Rejilla
- Colador
- Plato hondo o bol para el glaseado
- Espátula
Consejos
- Aunque he utilizado harina de espelta en este caso, salen muy esponjosos también con harina de fuerza
- Es fundamental tener una amasadora
Procedimiento
La noche anterior retirar las semillas de las dos vainas de vainilla e incorporarlas junto con sus vainas en los 250 ml de leche. Dejar toda la noche infusionar la leche con la vainilla en un recipiente cerrado. Este paso es opcional. Si no puedes planificar tanto simplemente retira las semillas e incorpóralas en la leche tibia.
Si hemos dejado infusionar toda la noche la vainilla retirar las vainas y calentar la leche hasta que esté tibia.
Deshacer bien la levadura en la leche tibia (que no esté demasiado caliente para que la levadura se active correctamente) y dejar reposar durante unos minutos. A continuación poner la mezcla de leche y levadura en el bol de la amasadora (Kitchen Aid), añadir el aceite, el azúcar, la pasta de vainilla, la canela en polvo, la sal, la harina y la Maizena y empezar a amasar con el gancho. Cuando esté casi todo bien integrado añadir los dos huevos y amasar la masa hasta que esté lisa y elástica, es decir amasar durante unos 20 minutos o hasta que veamos que la masa esté totalmente despegada de las paredes del bol, así que hay que tener paciencia y esperar.
Una vez esté lista la masa la quitamos del bol y la pasamos a una superficie limpia espolvoreada con harina. Amasamos un poco más con la manos espolvoreadas con harina, le damos forma de bola y la pasamos a un bol engrasado con aceite. Cubrimos el bol con un paño y dejamos reposar a temperatura ambiente hasta que la masa duplique su volumen.
Una vez la masa haya levado enharinamos una superficie limpia y estiramos la masa hasta obtener un grosor de 1 cm aproximadamente. Si tenemos una bandeja especial para rosquillas cortamos círculos del tamaño de las cavidades del molde y le hacemos un agujero pequeño en el centro (para el agujerito uso una boquilla grande). Engrasamos y enharinamos un poco el molde y disponemos las rosquillas en las cavidades. Cubrimos de nuevo el molde con un paño de cocina para que haga el segundo levado antes de hornear. Dejamos que la masa repose a temperatura ambiente durante 45 minutos o hasta que duplique su volumen.
Unos 15 minutos antes de que transcurra ese tiempo precalentamos el horno a 190ºC.
Una vez la masa haya levado la introducimos en el horno y cocinamos durante unos 9 minutos.
Sacamos el molde y dejamos que enfríe sobre una rejilla durante unos 5 minutos. Retiramos las rosquillas del molde y antes de que enfríen completamente glaseamos con lo que más nos guste (almíbar, chocolate, fondant líquido o también conocido como fondant pastelero, las podemos rebozar en azúcar, … a cada uno como más le guste).
El glaseado
(prepararlo mientras se hace el primer o segundo levado)
Ingredientes:
- 125 gr. de frambuesas frescas
- 200 gr. de azúcar cristal ecológico (yo uso marca Native) ó 100 ml de sirope de ágave
Procedimiento:
En una procesadora de alimentos o batidora trituramos las frambuesas y las colamos para retirar las semillas.
Si usamos azúcar limpiamos el bol de la procesadora y trituramos el azúcar hasta hacerlo polvo. Después mezclamos bien con el puré de frambuesa y ya tenemos listo nuestro glaseado.
Si usamos sirope de ágave lo añadimos al puré de frambuesas y ya lo tenemos listo.
Mojamos las rosquillas en el sirope y decoramos con sprinkles, non pareils, flores comestibles, … Imaginación al poder. Os dejo algunas propuestas.
¿Sabías que este dulce es originario de Europa? Pues sí, su origen se remonta a la Holanda del siglo XVII, aunque realmente fue bautizado con su nombre actual Dough nut —literalmente nuez de pasta, pues recuerda por su forma redonda y pequeña al fruto seco— cuando los emigrantes holandeses cruzaron el Atlántico y poblaron Pennsylvania. En un principio este dulce carecía de su peculiar agujero central —ese con el que se ha hecho mundialmente famoso— y no fue hasta mediados del siglo XIX que Hanson Gregory, un marino americano, agujereó los bollos que su madre elaboraba para que se frieran mejor. Sin dudarlo, podemos afirmar que inventó el agujero más famoso de la historia de la humanidad. En España tuvimos que esperar a finales del siglo XIX para que este dulce empezara a adquirir su gran popularidad.